La radiación ionizante es parte de la vida, por lo que constantemente estamos expuestos a sus efectos ya sea por fuentes naturales como el sol, las estrellas de galaxias lejanas y algunos elementos que encontramos en la tierra, así como de fuentes artificiales que se usan en la industria, la medicina y el hogar.

Recibir dosis de radiación ionizante es inevitable pues día a día estamos expuestos a ella, por eso es importante conocer los efectos biológicos que este tipo de energía causa en el cuerpo humano. Para determinar sus efectos es importante conocer dos parámetros: el tipo de radiación y el tiempo de exposición.

La cantidad de energía que absorbe un cuerpo cuando está expuesto recibe el nombre de “dosis” ya que funciona igual que los medicamentos: a mayor dosis, mayor efecto. Una vez que el cuerpo se expone a cierta cantidad de dosis se pueden saber cuáles podrían ser los efectos biológicos de dicha exposición, mismos que dependiendo el tipo de células, órganos o tejidos que se hayan afectado, los efectos pueden ser reversibles, es decir, que se eliminan mediante la reparación biológica y pueden continuar su función o irreversibles cuando la célula no se repara correctamente y ocurren mutaciones en las células o la muerte de las mismas (en algunos casos pueden ocasionar problemas hereditarios).

Los efectos biológicos de la radiación ionizante se agrupan en dos categorías: estocásticos o probabilísticos y no estocásticos:

  • Efectos estocásticos: Ocurren a niveles bajos de exposición a la radiación ionizante en cuyo caso la probabilidad del efecto será imposible de predecir.
  • Efectos no estocásticos: Involucran altas dosis sobre porciones grandes del cuerpo y se caracterizan por tener un umbral por debajo del cual no se observa ningún efecto.

Una manera alternativa de clasificar los efectos biológicos es de acuerdo con su tiempo de aparición es en inmediatos y tardíos, los primeros pueden ocurrir en cuestión de horas o hasta en un par de años y están relacionados con el número de células muertas, la reparación del daño y el cambio de la línea celular irradiada. Los segundos, pueden ocurrir después de un par de años hasta décadas después de recibir la dosis, y se relacionan con el daño inicial de la dosis y el deterioro celular.

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